El cantar de boda
Buenos días nos dé Dios,
al señor cura el primero,
al padrino y la madrina
y a los dos casados nuevos
Buenos días nos dé Dios
al señor cura y a los novios
que con el Cuerpo de Cristo
se desayunaron todos
Con el sí que dio la niña
en el centro de la iglesia,
con el sí que dio la niña
entró suelta y salió presa
ni tampoco con cadenas
que la prendió el señor cura
con palabra de la iglesia.
La cadena era de plata
el señor padrino la dio,
con la su mano derecha
la niña la recibió
Dime, niña, que decías
cuando al altar venías,
dime, niña, que rezabas
cuando del altar bajabas
Cuando del altar venías
vestida de paño negro,
blanca flor me pareciste
al lado del caballero
Cuando del altar venías
vestida de paño fino,
blanca flor me pareciste
al lado de tu padrino
Salte, niña, de la iglesia,
que te estamos esperando,
“pa” darte la enhorabuena
que sea por muchos años
Salte niña de la iglesia
pisa la piedra labrada,
que es la primera vez
que la pisas de casada
Al revolver de esta esquina
y a pasar este reguero
ya se ve el paloma
de los dos casados nuevos
Aquella casa que ahúma
de los altos corredores
tuya, tuya, casadina,
tuya y de los tus amores
Cantar de la rosca
Salga, salga lamadrina
bien compuesta y bien vestida.
Salga, salga la casada
bien compuesta y adornada.
Que nos saque aquí una rosca,
bien dulce y azafranada.
Por las calles de Madrid,
por las calles del reomero
se pasean dos galanes,
una niña y un mancebo.
Un día, yendo "pa misa",
dice la moza al mancebo:
"quisiera saber, galán,
quisiera saber, por cierto,
qué te dice el pensamiento".
"Si nos hemos de casar
démosnos las manos luego.
Y para darnos las manos,
testigos no los tenemos.
Sacará la niña un Cristo
dorado que trae en el pecho.
"Si tú sacas a mi Dios,
yo a Jesús Nazareno".
Jura el uno, jura el otro
y ambos hacen juramento;
juran de nunca olvidarse
o de morir primero.
Siempre se han querido bien,
desde que se conocieron.
Parte lla rosca, casada,
pártela con los tus dedos;
parte la rosca, casada,
y da de ella a tus abuelos.
Ya cantan los pajaritos
por encima del romero
y en sus cánticos decían:
“Vivan los casados nuevos”
Ya cantan los pajaritos
por encima del olivo
y en sus cánticos decían:
"Vivan, vivan los padrinos”
Y aquí se acaba la copla,
aquí se acaba el cantar;
adiós luna y adiós sol
y adiós señora casada.